martes, 7 de diciembre de 2010

LA COMIDA PARA LOS JAPONESES

Los japoneses, agricultores y pescadores de hábitos vegetarianos, casi siempre se alimentaron con verduras, hervidas y fermentadas, a la vez que con abundante pescado. Los brotes de soja, base de numerosos platos, aportan las indispensables proteínas cuando el pescado y los otros frutos de mar escasean. Algunos platos, como por ejemplo el buey “sukyaki”, el cerdo “tonkatsu” o bien el pollo “tyriyaki”; que hoy se consideran expresiones típicas de la cocina japonesa, en realidad se remontan a un pasado reciente de influencia portuguesa. Más nuevo aún es el "arroz al curry" y otros "regalos" de Occidente y de Oriente que la cocina diaria de los japoneses ha adoptado.
De China llegaron los palillos y la salsa de soya y, en el siglo XIII apareció el budismo Zen, religión basada en una estricta cocina vegetariana y que prevaleció más o menos hasta los siglos XIX y XX cuando la influencia de Occidente en general, y de Francia en particular, dio popularidad a los platos de carne y pescado. De Portugal en el siglo XVII, llegaron, a parte de los mencionados, los fritos y buñuelos, que los japoneses adoptaron, lo que dio origen al “tempura”.
Todos aquellos que prueban el verdadero tempura alaban su suavidad. Es la fritura a la manera japonesa. El nombre deriva de tempora, nombre que los nipones oían pronunciar a los navegantes portugueses, los únicos europeos con los que tenían cierto trato en los siglos pasados. La vieja receta de los marineros portugueses se ha convertido en un plato en verdad refinado que transforma gambas y verduras, cortadas con minucia oriental, en deliciosos buñuelos. El hecho de que la preparación sea de las más livianas, aun siendo un frito, se debe al empleo de aceites muy refinados y a la perfección con la que se amalgama la pasta. También la salsa, bien equilibrada entre lo agrio y lo dulce, es agradable aun para los estómagos delicados.
La comida japonesa es de elegante sencillez. Se caracteriza por sus sabores naturales y por su empeño en utilizar productos frescos, que es lo que se denomina “kisetsukan”. Las amas de casa buscan en los mercados frutas y verduras, pescado y aves cuando es la época adecuada, ya que creen firmemente que es entonces cuando los productos son mejores, hay platos de fideos de verano, deliciosamente refrescantes.
Los métodos de cocción y la bonita presentación que ofrecen en cuencos o en fuentes rectangulares, realzan las cualidades naturales de los ingredientes. Los japoneses demuestran igualmente su gusto artístico en la cocina. Si un oficiante japonés desea rallar rábanos grandes de color blanco, que llaman “daikon”, junto con guindilla roja seca, hará un orificio en el centro del rábano con un palillo y lo rellenará de guindilla. De esta forma rallará ambos al tiempo. El rojo y el blanco juntos hacen precioso y los japoneses lo llaman «hojas de otoño cambiando de color».
Se pone mucha atención en la armonía de los colores y entre los diferentes elementos: hay que empezar a degustar con los ojos las pocas cosas contenidas en los brillantes cuencos

ARTESANIAS DELOS MAYAS EN LA ACTUALIDAD



Las artesanías que hoy en día se producen todavía conservan las antiguas técnicas y debido a ello son parte importante de la cultura maya. Muchas poblaciones se especializan en un tipo de artesanía en particular la cual ha sido elaborada y perfeccionada a través de generaciones de artesanos. Las piezas con frecuencia contienen referencias místicas y revelan la visión personal del artista sobre el cosmos. Cualquiera de estas valiosas artesanías están a la venta en los mercados mayas.

Los tianguis, como se les llama a estos mercados, han sido centros de comercio local y regional. El mejor ejemplo de esta colorida tradición que conjuga costumbres prehispánicas y coloniales es el mercado de Santo Tomás Chichicastenango, en el altiplano guatemalteco, el cual toma vida los jueves y domingos.


El tejido es un trabajo artesanal sobresaliente entre los mayas, un antiguo arte que ha sobrevivido de forma ininterrumpida durante siglos y que hoy en día es famoso mundialmente. Muchos de los diseños tradicionales actuales son copias de grabados que embellecen las ruinas mayas, éstos son testimonio de su autenticidad y continuidad. Dicen los mayas que el tejido era un don concedido a las mujeres por la diosa de la luna, Ixchel. Esta diosa les dio los telares de cintura y les dijo qué símbolos sagrados debían tejer para decorar sus telas. Las telas de algodón eran usadas por los antiguos mayas como prenda de uso diario y también en sus trajes de fiesta, lo mismo que en la actualidad.


Las vestimentas ceremoniales eran más ornamentadas y hoy se usan comúnmente para vestir a las figuras de los santos en las iglesias. Las tradiciones más arraigadas de tejido se encuentran en Chiapas y Guatemala donde la expresión creativa de los tejedores nace con frecuencia de sus "sueños". Los elementos de diseño de sus tejidos pueden ser flores, serpientes, ranas, mazorcas, diamantes o cualquier otra figura "soñada" por los tejedores, las cuales tienen un significado místico. Muchas comunidades también usan diseños especiales como escudos de armas; por ejemplo, los habitantes de Zinacantán, Chiapas usan una chal o poncho color rosa brillante o rojo. 


Los visitantes de la región de Chiapas y Guatemala, podrán comprar en los mercados de esos lugares, huipiles, faldas, fajas, chales, ponchos, tapetes para colgar, manteles, colchas y bolsas. Los mayas de Yucatán, en México, usan ropa más ligera por el calor húmedo de la Península y tienen tejidos propios muy hermosos. Las mujeres visten frescos huipiles blancos con bordados a la altura del cuello y la pantorrilla. El caluroso clima también los obligó a inventar la hamaca de la que puede encontrarse una gran variedad de colores y tamaños; otra artesanía típica son los ligeros sombreros Panamá que se tejen con las hojas de frondosas palmeras que crecen de la región. Los mayas también elaboran canastos, artículos de alfarería, figuras de madera tallada en forma de animales o santos y juguetes de brillantes colores y cómodas.


Otras artesanías comunes entre los mayas son las máscaras ceremoniales, algunas con barba y ojos azules representando a los españoles tal y como las que usan en danzas religiosas representando la Conquista.

BUDA en la cultura asiática e indú

El budismo comenzó como una descendencia del hinduismo en la India. El fundador fue Siddhartha Gautama. No es fácil dar un relato histórico preciso de la vida de Gautama, ya que no se registró ninguna biografía hasta cientos de años después de su muerte. Hoy, gran parte de la historia de su vida está envuelta en mitos y leyendas que surgieron después de su muerte. Aun los mejores historiadores de nuestro día tienen varios relatos diferentes y hasta contradictorios de la vida de Gautama.

Siddhartha Gautama nació aproximadamente en 560 a.C en el norte de la India. Su padre, Suddhodana, era el gobernador sobre el distrito cerca del Himalaya que hoy es el país de Nepal. Suddhodana resguardó a su hijo del mundo exterior y lo confinó al palacio donde rodeó a Gautama con placeres y riqueza. A pesar de los esfuerzos de su padre, Gautama un día vio el lado más oscuro de la vida en un paseo que dio fuera de las paredes del palacio.

Vio cuatro cosas que cambiaron su vida para siempre: un hombre anciano, un hombre enfermo, un hombre muerto y un mendigo. Profundamente conmovido por el sufrimiento que vio, se decidió a dejar el lujo de la vida de palacio y comenzó una misión para buscar la respuesta al problema del dolor y del sufrimiento humano.

Gautama dejó su familia y viajó por el país buscando sabiduría. Estudió las escrituras hindúes bajo sacerdotes brahmanes, pero se volvió desilusionado con las enseñanzas del hinduismo. Entonces se dedicó a una vida de ascetismo extremo en la selva. La leyenda dice que con el tiempo aprendió a existir con un grano de arroz por día, lo cual redujo su cuerpo a un esqueleto. Pronto llegó a la conclusión, sin embargo, que el ascetismo no conducía a la paz y a la auto-realización sino que simplemente debilitaba la mente y el cuerpo.

Con el tiempo, Gautama se volvió a una vida de meditación. Mientras estaba en meditación profunda bajo una higuera conocida como el árbol de Bohdi (lo que significa "árbol de sabiduría"), experimentó el grado más alto de conciencia de Dios, llamado Nirvana. Gautama entonces fue conocido como Buda, "el iluminado." Él creía que había encontrado las respuestas a las preguntas del dolor y el sufrimiento. Su mensaje ahora necesitaba ser proclamado al mundo entero.

Al comenzar su ministerio de enseñanza, pronto consiguió un rápido auditorio entre la gente de la India ya que muchos se habían desilusionado del hinduismo. Para el tiempo de su muerte, a los 80 años, el budismo se había convertido en una fuerza importante en la India. Tres siglos más tarde, se había extendido a toda Asia. Buda nunca dijo ser una deidad sino más bien un "indicador del camino." Sin embargo, setecientos años más tarde, los seguidores de Buda comenzaron a adorarlo como una deidad.